miércoles, 28 de marzo de 2012

¿Porque Me viste, creíste?

Lo que los ojos no ven, el corazón no siente. Cuanto menos siente el corazón, más se ejercita el intelecto. Cuando los ojos ven, el corazón siente. Cuanto más siente el corazón, menos se ejercita la inteligencia. Los más inteligentes son lo que menos pierden tiempo con sentimientos.


La vida espiritual es dependiente de los ojos espirituales. Jesús
le preguntó a Tomás: “¿Porque Me viste, creíste?”

Hoy Él les haría esa misma pregunta a los creyentes incrédulos: ¿Porque sintieron, creyeron? ¿Será que su creencia en Mí está basada en sentimientos? Y la Palabra que salió de Mi boca, ¿no tiene valor? Pues bien, presten atención a este consejo:
“Bienaventurados los que no vieron, y creyeron.” Juan20:29¡Esa es la razón de la infelicidad de ustedes! Su creencia en Mí ha estado de acuerdo con los sentimientos del corazón. Es por eso que nada resulta en sus vidas. Como niños, ustedes viven basados en la emoción. Ustedes envejecen físicamente, pero el razonamiento permanece infantil.


“Y reposará sobre él el Espíritu del SEÑOR; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR.” Isaías 11:2


¿Alguien logra descubrir en esta Palabra algún espíritu de sentimiento?

Obispo Macedo

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