“Mientras todavía hablaba, vino
Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de
los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. Y el que le entregaba
les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, Ése es; prendedle.” Mateo
26:47-48
Sólo para que usted se sitúe en
este mensaje, Judas representaba a aquel/aquella que se dice de Dios, pero que
no tienen nada de Él, por lo contrario, son instrumentos del diablo que se
acercan a una chica o a un muchacho (obrera, obrero o miembro), que sinceramente
quiere alcanzar la salvación.