Una de las mayores barreras de la fe
cristiana es la posición indefinida. El indefinido nunca sabe qué querer. No
sabe dónde quiere llegar, no tiene visión, ni entendimiento de la voluntad de
Dios para su vida. Eso es porque su carácter es indefinido, su manera de
ser es indeterminada. Ni sí,
ni no. ¿Cómo podría usar Dios a alguien indeciso?
Alguien como las olas del mar, que van y vienen, indefinidamente.
Los seguidores del Señor Jesús
tienen que vivir de fe en fe. Sin embargo, los indecisos o indefinidos viven de
indecisión en indecisión. Inclusive
en las elecciones más insignificantes, como la ropa que se van a poner o el
zapato que van a usar. El hecho de tener a Jesús como Salvador no anula ese tipo de ser. A veces hasta estorba, porque
causa la sensación de que las cosas van a cambiar por sí mismas. Quedan esperando magias Divinas. Ese tipo de
cristiano, consciente o inconscientemente, se ha transformado en aliado de
satanás en la cosecha de los sinceros de la fe. Porque transfieren
indecisión, miedo, inseguridad y debilidad. Razón por la cual pocos conquistan por la fe
y la mayoría fracasa en la fe cristiana.
Santiago considera a esa gente
como:
“hombre de doble ánimo, inconstante en todos sus
caminos.” Santiago 1:8
“... y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” Santiago 4:8
Se denomina de “doble
ánimo” a alguien fingido, que revela diferentes sentimientos, según el fin
que más le conviene.“... y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” Santiago 4:8
¿De qué sirve creer en la
Palabra de Dios, en el Señor Jesús y no definir la fe?
¿De qué sirve creer en Dios, y
no asumir su creencia de forma clara, objetiva e incisiva delante del mundo y
del infierno?
Busque en la Biblia una única
persona usada por el Espíritu Santo que haya sido indefinida en el carácter y
en la fe.
Él mismo, a través de Pablo, dice: “Uno
hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada
uno esté plenamente convencido en su propia mente.” Romanos 14:5
Y usted, mi querido, ¿Cuál es
su fe?
¿Hasta cuándo va a renguear entre dos pensamientos?
¿Hasta cuándo va a renguear entre dos pensamientos?
Obispo Macedo
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