martes, 7 de febrero de 2012

Fe atada

Una de las mayores barreras de la fe cristiana es la posición indefinida. El indefinido nunca sabe qué querer. No sabe dónde quiere llegar, no tiene visión, ni entendimiento de la voluntad de Dios para su vida. Eso es porque su carácter es indefinido, su manera de ser es indeterminada. Ni sí, ni no. ¿Cómo podría usar Dios a alguien indeciso?

Alguien como las olas del mar, que van y vienen, indefinidamente.
Los seguidores del Señor Jesús tienen que vivir de fe en fe. Sin embargo, los indecisos o indefinidos viven de indecisión en indecisión. Inclusive en las elecciones más insignificantes, como la ropa que se van a poner o el zapato que van a usar. El hecho de tener a Jesús como Salvador no anula ese tipo de ser. A veces hasta estorba, porque causa la sensación de que las cosas van a cambiar por sí mismas. Quedan esperando magias Divinas. Ese tipo de cristiano, consciente o inconscientemente, se ha transformado en aliado de satanás en la cosecha de los sinceros de la fe. Porque transfieren indecisión, miedo, inseguridad y debilidad. Razón por la cual pocos conquistan por la fe y la mayoría fracasa en la fe cristiana.
Santiago considera a esa gente como: 
“hombre de doble ánimo, inconstante en todos sus caminos.” Santiago 1:8
“... y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” 
Santiago 4:8
Se denomina de “doble ánimo” a alguien fingido, que revela diferentes sentimientos, según el fin que más le conviene.
¿De qué sirve creer en la Palabra de Dios, en el Señor Jesús y no definir la fe?
¿De qué sirve creer en Dios, y no asumir su creencia de forma clara, objetiva e incisiva delante del mundo y del infierno?
Busque en la Biblia una única persona usada por el Espíritu Santo que haya sido indefinida en el carácter y en la fe.
Él mismo, a través de Pablo, dice: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” Romanos 14:5
Y usted, mi querido, ¿Cuál es su fe?
¿Hasta cuándo va a renguear entre dos pensamientos?
Obispo Macedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario